Motivo de tu muerte: Jamás has sido creyente, jamás has creído en Dios ni en Satán, jamás hasta hoy. Con tus amigas os habéis reunido todas en tu casa. Aburridas se os ha ocurrido la idea de hacer espiritismo. La flecha se ha movido por las letras. Cada una pensábais que era otra quien lo hacía. Pero cuando habéis dejado de tocar la flecha, ella seguía moviéndose. Preguntásteis el nombre del espíritu y sólo Dios, en el que empezaste a creer en ese mismo instante, sabe el miedo que sentiste cuando deletreo que era El Angel Caído. Dijo que hoy se llevaría a una de vosotras con él y disfrutaría mil años con su sufrimiento antes de liberarla. La muerte de una de tus amigas significaba salvar tu vida. Ahora asombradas, inmovilizadas por no sabes que fuerza, te observan, con un atisbo de relajación por no ser ellas las elegidas, como te tumbas en la cama y sin ser dueña de ti misma haces una profunda incisión en cada una de tus muñecas con una cuchilla de afeitar. Y sabes que el miedo que estás pasando ahora no es nada comparable a lo que vas a pasar...